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Las nuevas fronteras de Occidente pasan por América Latina

 

M.A. Fernández

La búsqueda de nuevos motores de desarrollo económico para la UE, la mención a las fortalezas de América Latina y las relaciones comerciales fueron tres constantes durante el Seminario Unión Europea-América Latina, organizado por la Fundación Euroamérica y que, en su séptima edición, llevaba como título ‘Una asociación estratégica birregional'. Porque sin duda el binomio América Latina Europa es un alianza que parte de la premisa de que ambas regiones comparten unos valores y una cultura común, algo que no pasa en otro tipo de relaciones internacionales, ventaja que debe “fomentar los lazos que no tienen otros”, en palabras de Benita Ferrero-Waldner, presidenta de la Fundación Euroamérica. La innovación tecnológica como herramienta para afrontar retos también fue un tema de debate.

Durante la presentación del seminario, que como en anteriores ocasiones tuvo lugar en la sede de las instituciones europeas en España, la que fuera comisaria europea de Relaciones Exteriores y Política Europea de Vecindad adelantó la importancia de que estas relaciones sean de igual a igual e hizo hincapié en la importancia del sector privado y de los avances tecnológicos para lograr el desarrollo.

El secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia, fue el encargado de abrir el seminario haciendo un repaso al papel de España en las relaciones entre ambos bloques, que están siendo renovadas dijo. “Tenemos un interés genuino por América Latina, un interés económico y comercial”, apuntó Gracia, adelantando ya unos de los temas recurrentes durante las dos jornadas del seminario: el comercio y las inversiones. “Muchas empresas, grandes y pequeñas, salen de España y buscan oportunidades en un continente que está creciendo”, contextualizó antes de hablar de un “viaje de ida y vuelta” que se ha producido en los últimos 500 años. Y es que, en 2012 Reino Unido fue el principal destino exterior de las inversiones españolas, seguido de Brasil.

Gracia también abordó un tema clave en estas relaciones birregionales, la cooperación al desarrollo, justo en el año en el que se cumplen 25 años del nacimiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID). A pesar de la caída del presupuesto, la región latinoamericana sigue siendo clave y prioritaria para la cooperación española, aunque con nuevos parámetros de actuación como son los intercambios de experiencias o la movilidad de talento. Finalmente, el secretario de Estado reconoció que España, en varias ocasiones, se ha sentido sola al intentar incluir los temas de América Latina en la agenda de Bruselas: “Somos por naturaleza la voz de América Latina en el seno de la UE”.

América Latina hoy

La visión general de América Latina llegó de la mano de cinco embajadores latinoamericanos en España. La introducción estuvo de nuevo en voz de Benita Ferrero-Waldner quien, tras afirmar que “somos juntos Occidente”, enumeró algunos de los cambios que ha vivido el mundo globalizado en los últimos años y que sin duda afectan a las relaciones birregionales: las amenazas a la seguridad global, la interdependencia de los sectores económicos y financieros, la aparición de nuevos actores lo que obliga a rediseñar el multiculturalismo o el aumento de la clase media y la demanda interna en el subcontinente americano debido al crecimiento económico generalizado. Amenazas y oportunidades, en definitiva.

Salvador Arriola, Pablo Gómez de Olea y Luisa Peña, entre otros

 

Sergio Romero, el embajador de Chile en España, fue el primer diplomático en intervenir, para afirmar que ahora “Iberoamérica mira con más claridad su destino”, mientras que Europa mira al Oeste; sí, allí donde se divisa América. La inversión –“España ha sido una ‘mamá' muy generosa”, afirmó- y la innovación fueron los dos ejes de su intervención. Por su parte, su homólogo colombiano, Orlando Sardi de Lima, destacó el paso que se está produciendo en las relaciones bilaterales desde el proteccionismo al libre comercio “de una manera ordenada”. Al respecto recordó que Colombia ha solicitado entrar en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y que los Parlamentos nacionales están en estos momentos ratificando el Tratado de Libre Comercio (TLC) de la UE con Perú y Colombia.

El contexto panameño llegó de la mano de su embajador en España, Roberto E. Arango, que de nuevo alabó el mecanismo de los TLCs y la necesidad de un marco jurídico claro para atraer inversiones y capital. Entre los retos destacó la educación, las infraestructuras y la energía, así como una oferta adecuada de bienes y servicios. “América Latina es un socio fiable que no se va a agazapar ante el reto del lejano Oriente creciente”, afirmó.

El embajador mexicano, Francisco Javier Ramírez, se centró en el avance América Latina, en las “lecciones aprendidas”, en los procesos democráticos que se viven hoy, así como en la fortaleza económica. Ahora, dijo, es hora de hacer las reformas estructurales necesarias para afianzar y consolidar esos procesos de crecimiento. Sobre México recordó que es “un país de puertas abiertas” que tiene firmados 12 TLCs lo que supone relaciones comerciales abiertas con 47 países. Ramírez también introdujo en el debate el tema de la Alianza del Pacífico, bloque comercial de reciente creación formado por México, Chile, Perú y Colombia, cuatro de los países representados en el seminario de la Fundación Euroamérica. “Es una nueva plataforma para aprovechar el océano Pacífico para hacer la tarea fundamental hacia el mercado asiático”, apuntó. “Alianza y confianza es lo que hoy transmite América Latina”, finalizó.

Finalmente, el embajador peruano, Francisco Eguiguren, volvió a destacar el buen momento de crecimiento económico que vive América Latina en general y Perú en particular, con tres gobiernos distintos en este caso. Pero puso también el acento en la importancia de que ese crecimiento suponga inclusión social, ya que América Latina sigue siendo la región más desigual. Insistió en el desarrollo debe traducirse en mejoras sociales y en la reducción de la pobreza, así como en paz social.

'Mesa de los embajadores'

 

Críticas a los procesos de integración

Tras la ronda diplomática de intervenciones, llegó el contrapunto de las críticas, en un intento de generar un enriquecedor debate, por parte del periodista Miguel Ángel Bastenier y del investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud. El primero destacó, a modo de resumen, la reafirmación de Occidente en América Latina y de que el subcontinente tiene más peso en la escena internacional; pero recordó que la región también está más dividida que nunca y puso en el acento en lo no dicho en las intervenciones, así como en los países ausentes en la mesa.

Malamud por su parte también hizo referencia a que América Latina es un continente fragmentado y dio un ejemplo: hay tres países latinoamericanos en el G-20, pero con tres voces distintas. El investigador centró sus palabras en el estado de los intentos constantes de integración poco fructíferos que ha vivido el continente y que principalmente han tenido su acento en la política y no en la economía y el comercio, algo que sí está ocurriendo en la Alianza del Pacífico; y que muchos estos procesos han supuesto una superposición de instituciones, como ocurre con la CELAC ( Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), y UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas). “Nuestra tolerancia y libertad justifica que tengamos UNASUR y CELAC”, respondió el embajador de Chile. “Darwinista ha sido la integración de América Latina. Van a quedar las mejores”, justificó el representante de Panamá en España. La falta de ingenieros y científicos, así como la poca calidad de las universidades fue otro tema de crítica del investigador.

La primera sesión finalizó con la intervención de Salvador Arriola, secretario para la Cooperación Iberoamericana de la SEGIB (Secretaría General Iberoamericana), quien recordó que Iberoamérica no sólo recibe recursos sino que también los ofrece, haciendo mención así a la cooperación Sur-Sur. Además de este concepto, Arriola incluyó el de las empresas multibéricas: “De las multilatinas se habla desde hace años pero ahora hay que hablar de las multibéricas”.

El comercio, como nexo de unión

La segunda sesión se centró en las relaciones comerciales entre ambos bloques. El punto de vista europeo llegó con Cristina Lobillo, asistente del director general de Comercio de la Comisión Europea. “El crecimiento de la UE depende del crecimiento del resto del mundo”, sentenció al inicio de su intervención. “La creación de riqueza de los países emergentes ha superado a la creación de riqueza de los países desarrollados”, añadió para ofrecer un contexto macroeconómico global. Pero quizás su aportación más importante fue anunciar que la UE va a retomar las negociaciones comerciales con Mercosur; además de recordar que se está intentando mejorar los acuerdos existentes con Chile y México.

La visión desde el otro lado del Atlántico la ofreció Alejandro Delgado, encargado del despacho de la dirección general de ProMéxico, quien arrancó recordando que se puede resistir a la crisis, a los gobernantes y las decisiones erróneas de los mismos. Delgado explicó el plan de reforma que se está haciendo en su país que incluye más de 90 puntos y que ha sido acordado por los tres principales partidos políticos: “Estas reformas indican que en los años venideros seremos una de las mejores economías del mundo”. Además hizo mención a la necesidad de productividad, una asignatura pendiente aún para México, con la que se logra más crecimiento económico, más formalidad de la economía y una reducción de la pobreza según su tesis.

El caso de España fue explicado, de manera muy clara, por la consejera delegada del ICEX (España Exportación e Inversiones), María del Coriseo González-Izquierdo, quien recordó que el sector exterior es de los pocos que dan buenas noticias en estos momentos en el país. Y es que, las exportaciones de mercancías están al alza, de lo que subyace “la profesionalidad de las empresas internacionales antes la otoñada de la demanda interna”. La experta explicó que está habiendo un cambio de paradigma en el comercio internacional y que el esquema de las relaciones comerciales está cambiando. La perspectiva para 2013 es que un tercio del comercio será Norte-Sur; otro tanto, Norte-Norte; y el resto sea Sur-Sur.

Documentación distribuída en el Seminario

 

Respecto a las relaciones comerciales de España con América Latina, González-Izquierdo apuntó que un tercio del stock de inversión extranjera directa española está en América Latina, también cuando se habla de flujos; y que España es el mayor inversor en la región después de Estados Unidos. Los datos son buenos, pero se pueden mejorar: antes de la crisis el peso de América Latina en las exportaciones españolas era del 4% y ahora es del 6%, mientras el peso de Francia es del 16%. “Queda todavía un largo camino por recorrer con Iberoamérica”, apuntó. De momento 80.000 empresas españolas ya exportan a la región.

La primera jornada finalizó con un repaso al sector privado como motor de desarrollo, haciendo énfasis así en lo señalado en la anterior parte. El presidente del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), con sede en Panamá, Samuel Urrutia, también apostó a su inicio por ofrecer una imagen positiva de América Latina, de la que dijo que “tiene el viento de cola a favor” y que “ha movilizado a 70 millones de personas pobres a la clase media”, lo que ha supuesto un aumento del mercado interno. Aunque también señaló tareas pendientes como la educación y la desigualdad social.

El principal mensaje de Urrutia es que “la integración empresarial es el verdadero eje de integración”, algo que se está haciendo con las multilatinas. Y alentó al público asistente a acudir a IX Encuentro Empresarial Iberoamericano, que tendrá lugar en octubre en Panamá. La intensa jornada de reflexión la cerró Jesús Terciado, vicepresidente de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) y presidente de CEPYME (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa) quien hizo un repaso muy crítico a la situación económica española y mostró su esperanza en la “iniciativa personal de cada uno de los españoles”. También insistió en la necesidad de mayores cambios normativos: “En una economía globalizada no sólo compiten las empresas sino también los mercados regulatorios en los que operan”.

América Latina en un mundo globalizado

Carlos Solchaga, presidente de honor de la Fundación Euroamérica y ex ministro de Economía, abrió la segunda jornada con una profunda reflexión sobre la globalización, de la que destacó la pérdida de la connotación negativa que habitualmente tenía aparejada, y el papel de América Latina en la misma. “Ya se ve a la globalización con más naturalidad y menos prejuicios. Han pasado cosas buenas y ha tenido impactos positivos como el crecimiento de América Latina y de los países emergentes de Asia. Y eso ha sido por tener economías abiertas en una economía global”, subrayó. Solchaga también abordó un asunto muy habitual en cada una de las intervenciones del seminario: la integración latinoamericana. Al respecto apuntó que la única esperanza actual es la Alianza del Pacífico, de la que matizó que tiene una ambición limitada. “Cada vez que se hablaba de un proyecto de integración económico siempre ha habido intereses corporativos que han intentado evitarlo”, comentó. “América Latina debe hacer un esfuerzo mayor de integración si quiere jugar un papel importante en el proceso de globalización en las próximas décadas”.

Finalmente habló de la posición de Europa en el contexto actual a la que criticó también la insuficiencia de su integración política lo que trae aparejado la pérdida de relevancia del viejo continente en la nueva estructura del mundo globalizado, dijo. El director para la Europa de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y del Banco de Desarrollo de América Latina, Guillermo Fernández de Soto, continuó abordando la temática de la mundialización, de la que dijo que “no hemos aprovechado la ventajas del proceso”. Y apuntó algunos retos regionales: la importancia del manejo macroeconómico, la alta concentración en pocos productos de exportación, la baja productividad y competitividad, los deficientes índices de ahorro e inversión, la brecha en infraestructuras, y la inequidad, entre otras cuestiones como la importancia de la consolidación democrática.

¿Cómo se compara América Latina con lo que era hace unas décadas?, se auto-preguntó Fernández de Soto para también auto-responderse: “Ha perdido importancia relativa en comparación con otras naciones del mundo. Lo que perdió América Latina lo ganó Asia”. En su estructurada disertación, el director europeo de la CAF describió algunas tendencias globales que veremos en los próximos años: crecimiento de la urbanización, concentración de la población en áreas con escasez de agua y energía, fragmentación comercial del mundo, relaciones internacionales multipolares, necesidad de superar la ideologización de los debates sobre los modelos de desarrollo, etc. “Los desafíos son diversos y complejos”, terminó.

A través de videoconferencia participó en el seminario Enrique Iglesias, secretario general Iberoamericano. “Se está terminando un cierto periodo de autocomplacencia en América Latina”, arrancó en una intervención en la que apostó por hacer una descripción de la situación actual y cómo ésta puede impactar en la región latinoamericana. Así, afirmó que América Latina debe ajustar su modelo de crecimiento y acelerar por las reformas estructurales y definió de urgente repensar las relaciones con la UE.

Más allá de la integración económica

La segunda y última jornada del seminario estuvo caracterizada por los temas de innovación, tecnología e investigación, todo ello en un mundo digital, y su aplicación a diferentes campos como la cultura, la educación, la economía y la búsqueda de empleo. Dos mil millones de personas están hoy conectadas a internet, existen 500 millones de sitios web, en un segundo se escriben ocho mil tuits, son algunos de los impactantes datos que ofreció Bárbara Navarro, directora de Políticas Públicas y Asuntos Institucionales de Google para el Sur de Europa, en la introducción del bloque de intervenciones.

Bárbara Navarro, Google

 

Navarro afirmó que lo digital ya ha saltado a la economía y ofreció datos al respecto: entre 2005 y 2010 el 21% del incremento del PIB en los países del G20 ha sido por internet, que tiene un impacto del 3,8% en el PIB de la UE; en España esta cifra se queda en el 2,5%, muy lejos del casi 10% de Reino Unido. La manera de impactar tan directamente en la economía son las infraestructuras, el e-commerce, la educación digital o la internacionalización de las empresas.

Octavi Quintana-Trias, director de European Research Area, de la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea, fue el primero en intervenir para explicar las estrategias europeas de investigación e innovación. “Si hay algo fácil de integrar es la ciencia porque los científicos están acostumbrados a trabajar fuera de sus fronteras”, afirmó contundentemente para enlazar ciencia e integración, tema este último habitual hasta el momento. “Aquí los intereses creados son menores”, añadió a la vez que recordó que lo único en lo que colaboran israelíes, palestinos, jordanos e iraníes es en investigación.

Apuntó que la UE invierte cada año 10.000 millones de euros en ciencia, de los que 100 millones se destinan a proyectos conjuntos con América Latina. Dio, además, algunas claves, que no suponen aumento de costes, para que América Latina pueda mejorar en estos aspectos en los que está aún retrasada, según varios de los ponentes que han intervenido en el seminario. La movilidad es una de las mejores herramientas para transferir conocimientos, según Quintana-Trias. Al respecto mostró la herramienta Euraxess en la que se publican vacantes de investigación disponibles en todo el continente europeo, un software que fácilmente podrían utilizar las universidades latinoamericanas.

La cultura y su aprovechamiento digital

La cultura como factor dinamizador de la sociedad fue el primer bloque temático en el que se habló de tecnología. “La cultura es un factor estratégico y vertebrador básico de desarrollo”, comenzó Ana Santos, directora de la Biblioteca Nacional, quien destacó que las bibliotecas son elementales para preservar el conocimiento, antes con libros y ahora con depósitos electrónicos. En concreto habló de la Biblioteca Digital de Patrimonio Iberoamericano (BDPI), un proyecto de colaboración que ha digitalizado 170.000 ejemplares y que sirve de gran escaparate para las bibliotecas latinoamericanas.

El uso de las nuevas tecnologías en un museo fue relatado por Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen, quien defendió la digitalización on line del catálogo, postura que no todo los museos apoyan y que ellos realizan convencidos; la desubicación de la comunicación para estar presentes a través de diferentes canales; la importancia de tener una herramienta educativa; y la interacción que aportan las redes sociales.

Guillermo Escribano, jefe de Promoción y Cooperación Cultural de la AECID, explicó parte del trabajo de la cooperación española en cultura en América Latina en donde existen 16 centros culturales. Mientras, Luis Prados, director de gabinete del Instituto Cervantes, reconoció que la presencia en la red del Instituto aún va por detrás de su presencia física, pero apuntó que algunos de sus propósitos caminan en la dirección de la mejora de esta deficiencia.

La educación fue la segunda mesa, en este caso únicamente integrada por Elena Valderrábano, directora general de la Fundación Telefónica, en la que se abordó hacia dónde va la educación y la importancia de la tecnología en este asunto tan capital para el desarrollo. Valderrábano explicó que el actual modelo educativo se instaló en la Revolución Industrial por lo que ahora, en plena Revolución Digital, hay que redefinir muchos aspectos. “Estamos educando a niños que no sabemos a qué se van a dedicar y cuál será su futuro. Hay un total desacoplamiento entre estudios y trabajo”, sentenció. Ante este cambio de paradigma y de roles, las materias curriculares también deben ser modificadas, subrayó, añadiendo lo que se llama ‘competencias siglo XXI', como el aprendizaje colaborativo o el manejo de la información.

Nuevas formas de empleo

La economía y el mercado de trabajo conjugaron la tercera pata en la que se aplicaron los matices del mundo digital. Juan Iranzo, decano-presidente del Colegio de Economistas de Madrid, apuntó la importancia de los cambios tecnológicos en los cambios estructurales y abogó por la importancia de las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para aumentar la productividad y para generar demanda. También han sido básicas, señaló el economista, para desestructurar la jornada laboral –“todos somos teletrabajadores, al menos a tiempo parcial”, dijo- y para romper los horarios. Sin olvidar que ayudan a ser muy competitivos. A pesar de ello, existen carencias en las pymes para aplicarlas, algo que considera ayudaría a generar empleos indirectos.

El arquitecto y humorista José María Pérez ‘Peridis' estuvo presente en el seminario para hablar de empleo, un asunto que conoce bien ya que fue el promotor de las Escuelas Taller allá por los años 80. Ahora, de nuevo ante un panorama desolador de desempleo, ha creado el proyecto ‘Lanzadera de Empleo y Emprendimiento Solidario (LEES)', que se basa en la confianza de las personas y en el equipo. La puesta a punto de un grupo para que esté listo para jugar, usando un símil deportivo, es el objetivo de esta nueva iniciativa de Peridis, con quien, por cierto, llegaron las risas a la sede de las instituciones europeas en Madrid. Hilda Valmaña, ingeniera de caminos en paro, acudió para explicar su experiencia en ‘Lanzadera'. “Riesgo máximo, sueldo mínimo y aventura garantizada”, rezaba el anuncio por el que decidió apuntarse a esta iniciativa que intenta que los desempleados no se oxiden, como explicaron.

Pablo Bello, secretario general de la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET), subrayó que “América Latina está viviendo una revolución sin precedentes, entre otras cosas por las nuevas tecnologías”. Por ejemplo, en la región se han multiplicado por 87 las conexiones a internet en 15 años; todo ello, a pesar de que las tecnologías siguen siendo una de las brechas que fomentan la desigualdad. Entre otros datos, Bello menciona que un aumento del 10% de la penetración del uso de banda ancha se traduce en un aumento del 0,6% del PIB y que se invierten 20.000 millones de dólares al año en TICs. “El reto es pasar de una economía de explotación de recursos a otra basada en innovación”, concluyó.

El papel de Europa en la escena internacional y su relación con América Latina fue el tema de la clausura, organizada en torno de dos ponencias. Primero tomó la palabra Íñigo Méndez de Vigo, secretario de Estado para la UE, quien hizo un balance satisfactorio del Servicio Europeo de Acción Exterior. Y afirmó también que “América Latina está en forma. Tenemos que aprender de ella. Tenemos que verla como un socio con el que compartimos valores y principios comunes”. Mucho más largas fueron las palabras de José Ignacio Salafranca, eurodiputado y presidente de la Asamblea Eurolat del Parlamento Europeo, quien consideró que la voluntad política es básica para que las relaciones entre UE y América Latina tengan éxito. El tema de las relaciones comerciales volvió a aparecer al cierre del seminario. “Pero la voluntad política necesita hechos”, matizó para continuar explicando que la UE ha puesto el acento de los acuerdos de asociación con varios países. Y finalizó recordando que “es importante que las relaciones América Latina-UE sean menos paternalistas y más de igual a igual”.