Fundación Euroamerica

La Fundación Euroamérica es una organización para fomentar las relaciones entre Europa y América

Desayuno-coloquio con Carsten Moser

Vicepresidente de la Fundación Euroamérica
‘Las elecciones alemanas y sus consecuencias para España, Europa y el mundo’
19 de septiembre de 2017

      Apunte BIOGRÁFICO: logo_pdf

RESEÑA

En el desayuno celebrado el día 19 de septiembre, el invitado fue Carsten Moser, Vicepresidente de la Fundacion Euroamerica, quien habló sobre “Las elecciones alemanas y sus consecuencias para España, Europa y el mundo”.

Comenzó sus palabras haciendo referencia a su  reciente artículo  Angela Merkel, la imparable en el que comenta que hasta hace pocos meses el socialdemócrata Martin Schulz  estaba pisando los talones a la Canciller Merkel, pero en la actualidad, a unos días de las elecciones, la Canciller  tiene  todo a su favor para vencer con una ventaja que se estima en unos 15 puntos.

Cuando el ex presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz anunció su candidatura a la  jefatura de Gobierno de la República Federal de Alemania, por primera vez desde hace 12 años parecía que los socialdemócratas de la SPD podrían arrebatarles el triunfo a los cristianodemócratas de la CDU/CSU ya que de una desventaja de 15 puntos en las encuestas, Schulz logró posicionarse a la misma altura en intención de votos de Angela Merkel, quizás debido a la controvertida decisión de Merkel de abrir las fronteras en el verano de 2015, que llevó a la entrada de un millón de refugiados en Alemania, con grandes consecuencias para la seguridad, educación, vivienda y empleo, así como a una fobia creciente contra los extranjeros y un aumento significativo en el número de simpatizantes del partido neonazi AfD, sino también a las muestras de un cierto cansancio que percibieron cuando la canciller anunció que se postulaba por cuarta vez a repetir victoria electoral, aparte del viento fresco que aportaba la personalidad arrolladora de Martin Schulz, un europeísta convencido que  apostaba por una política de reformas e innovación.

Hoy, las encuestas le dan nuevamente a Merkel una ventaja de 15 puntos. ¿Qué ha pasado en los últimos 6 meses para que los socialdemócratas se desinflaran tanto? Primero, la derrota en las pasadas elecciones de 5 estados federales sobre todo en  Renania del Norte-Westfalia y Schleswig-Holstein, donde dejaron de gobernar después de sufrir derrotas apabullantes. Segundo, porque  Martin Schulz, con una carrera política en Bruselas, comenzó a mostrar claros déficits en asuntos internos de Alemania y tercero, que tiene enfrente a Angela Merkel, una experta en ganar elecciones, en la cima de su popularidad, con su imagen de líder mundial y con un aura de garante de estabilidad y eficacia probada en tiempos en los cuales en Alemania, como en todo el mundo, las inseguridades y los miedos de las clases medias y bajas están cada vez más extendidos.

Merkel volverá a ganar pero con un Parlamento todavía más fraccionado que el actual: entrarán seguramente, aparte de la CDU/CSU, la SPD, Los Verdes y Die Linke (La Izquierda), también los liberales de la FDP y la ultraderechista AfD. Será necesario un gobierno de coalición de dos o tres partidos, que podría ser de CDU/CSU con la FDP, si los escaños suman, de CDU/CSU con Los Verdes y la FDP,  o nuevamente una Gran Coalición. La ventaja de este último modelo, que ha gobernado Alemania durante los últimos 4 años, es que las diferencias entre democristianos y socialdemócratas no son tan enormes. Es verdad que la CDU/CSU no está dispuesta a aflojar demasiado en el tema de la disciplina fiscal, pero ha dejado claro, que, dadas las buenas vibraciones de A. Merkel con E .Macron, quiere fortalecer nuevamente el eje franco-alemán para que dote a la Eurozona de un gobierno económico que solucione problemas de funcionamiento, así como posibles crisis venideras y que fomente las inversiones en infraestructuras, energía y el desafío digital.

Después de las elecciones del próximo domingo, las preguntas claves para Alemania, España, Europa y el mundo pueden ser:

1.- ¿Seguirá Alemania siendo la locomotora económica europea, con una sociedad en su gran mayoría libre de tendencias nacionalistas, populistas y demagogas? La respuesta es que si aunque actos extremistas de derecha e izquierda hayan aumentado en los últimos tiempos, la sociedad en su conjunto sigue estando por ahora bastante bien cohesionada, a pesar de que entre Die Linke (La Izquierda) y la AfD (Alianza para Alemania) puedan llegar a reunir, alrededor de 20% de los votos, que no son pocos.

2.- ¿Cómo se seguirán desarrollando las relaciones hispano-alemanas? En el aspecto político, los dos gobiernos están de acuerdo en cuanto a las soluciones de los grandes temas europeos y en el aspecto económico, las relaciones son mejores que nunca. Solo el tema de Cataluña preocupa a las empresas alemanas, muchas de ellas, como la Cámara de Comercio Alemana para España, con 100 años de presencia en el país o más. Varias de las que tienen sede en la capital condal, guardan en sus cajones planes para trasladar su domicilio social de Barcelona a Madrid. Y en el tema cultural, hay cosas por hacer, empezando por la enseñanza del idioma alemán en los colegios. Solo un dato: entre los jóvenes españoles con conocimientos del alemán, no hay casi paro. Primero, porque las más de 1.000 empresas alemanas en España, así como las empresas españolas en Alemania, los buscan desesperadamente. Y segundo, porque en Alemania españoles que hablan alemán tienen un puesto de trabajo asegurado.

3.- ¿Seguirá Alemania apostando por una Europa más unida y eficaz, en especial en la Eurozona? Dependerá mucho de la voluntad del presidente francés Macron de arrimar el hombro al de Merkel, contra viento y marea. Porque transformar el Mecanismo Europeo de Estabilidad en una especie de Fondo Monetario Europeo, así como poner en marcha las propuestas de nombrar a un responsable de finanzas europeo y un presupuesto propio de la Eurozona que impulse proyectos de inversión, potenciadas por una política más expansiva del Banco Europeo de Inversiones (BEI), además de armonizar los impuestos a las empresas y de controlar mejor a las multinacionales para que paguen los impuestos que les correspondan en cada país miembro, son tareas para titanes. Tienen la dificultad que en el detalle está el problema. Ponerse de acuerdo entre París y Berlín y a continuación con todos los demás miembros de la Eurozona, será un proceso complicado y largo, que no llegará a buen fin si todo se queda solo en buenas intenciones. ¿Y qué hay del enfado hacia Alemania, que su superávit comercial y fiscal va en contra de los intereses del resto de Europa? En opinión del “Economist”, más vale a Berlín empezar a corregir estos dos puntos, para apaciguar la crítica de sus socios y demás competidores. Aunque Alemania no ha mostrado hasta ahora demasiados signos de darse por aludida, será tarea de los demás miembros de la Unión Europea de insistir que un cambio de su política es necesario.

4.-¿Seguirá Alemania siendo un baluarte del libre comercio y de la lucha contra el cambio climático? La cumbre del G20, protagonizada por los enfrentamientos entre Merkel y el presidente americano Trump, así lo indica. ¿Se posicionará Alemania como un “big player” mundial más activo en el futuro? Angela Merkel ha descubierto recientemente a África como el continente que necesita con toda urgencia más atención y ayuda. También para ralentizar los flujos migratorios de allí hacia Europa. Y sigue preocupada con la línea política zigzagueante del ruso Putin y del turco Erdogan. Por el contrario, parece llevarse siempre mejor con el chino Xi Jinping. ¿Y América Latina, qué papel juega en Alemania? Por desgracia, solo uno secundario. Venezuela no interesa casi nada, ni a la ciudadanía ni a los medios de comunicación. Y México, al que le vendría estupendamente un acuerdo comercial como el firmado entre la Unión Europea y Canadá, como resaltaba mi amigo Enrique Barón, presente en el desayuno, o, tampoco está en el foco de atención. Ni la Alianza del Pacífico ni Mercosur. Aquí, España tendría que jugar un rol mucho más activo, para que Berlín y Bruselas presten a temas iberoamericanos la atención que se merecen.

En la ronda de preguntas se suscitaron temas como si Alemania continuará siendo el motor económico de Europa,  los efectos de la inmigración en la pirámide demográfica, los refugiados y su integración y  la necesidad de contar con una política de inmigración europea, el superávit alemán y el persistente incumplimiento de las normas de estabilidad, la necesaria solidaridad, el auge de los populismos, el interés en Latinoamérica por el modelo de formación dual alemán etc.

 

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