Fundación Euroamerica

La Fundación Euroamérica es una organización para fomentar las relaciones entre Europa y América

Artículo de Fernando Carrillo

Abogado colombiano, fue Ministro de Justicia y del Interior en Colombia y Embajador de su país en España, donde su carisma y buen hacer dejaron huella. De vuelta a Bogotá, sigue manteniendo una excelente relación con la Fundación Euroamérica, habiendo participado en el III Foro Colombia-Unión Europea: Mirando al Futuro que la Fundación celebró en Bogotá (mayo de 2016).

Incluimos su artículo “Las nuevas generaciones y la paz de Colombia” que, a petición de la Fundación Euroamérica, el Sr. Carrillo ha escrito y en el que quiere resaltar el protagonismo de la nueva generación de jóvenes colombianos en este proceso de paz.

Las nuevas generaciones y la Paz de Colombia

Fernando CarrilloEl plebiscito de 1957, la Séptima Papeleta de 1990 y el plebiscito de 2016 son tres hitos históricos entrelazados en la búsqueda de la paz en Colombia. Ciclos que, como decía Ortega y Gasset, son marcas de tres generaciones cuyas diferencias cronológicas apenas sobrepasan el cuarto de siglo entre unas y otras. La generación de nuestros abuelos y padres; la nuestra y la de nuestros hijos, revelan el ímpetu valiente, pacifista y transformador de varias generaciones.

La Generación del Frente Nacional, la Generación de la Constituyente y la Generación de la Paz son tres actores, en épocas distintas, buscando el mismo objetivo para silenciar los fusiles y ampliar la democracia. Todas se estrenan en el uso de la razón política con tres consultas populares dirigidas a poner fin a un conflicto armado: la violencia política de liberales y conservadores de los años cincuenta; la de guerrilleros, narcotraficantes y el crimen organizado de los noventa; y la insurgencia, feroz y cincuentona de las Farc, que deberá expirar con el plebiscito del próximo 2 de octubre.

Ese día nadie puede faltar a la cita con la historia, un momento cumbre en el que serán protagonistas, no quienes aún pueden contar con entusiasmo su participación en las urnas en aquel domingo de diciembre de 1957 que dio la bienvenida al voto femenino y al Frente Nacional; ni quienes vibramos con el bautizo político de la Séptima Papeleta, en otro domingo de 1990, para abrir las puertas a la Constitución de 1991; sino quienes tienen la responsabilidad gigantesca de ser la generación de la paz, la que deberá clausurar para siempre el ciclo sangriento de las Farc como aparato armado.

Ese es el gran desafío que se le presenta hoy a los jóvenes -estudiantes, obreros, campesinos, empresarios-. Los millennials tienen en sus manos la llave que clausurará la puerta de la guerra y las respuestas a las preguntas que han atormentado a varias generaciones por décadas. Es su oportunidad de hacer historia y cambiar la historia, cerrando el capítulo que le quedó pendiente al Frente Nacional y a la Constituyente. Su apoyo a la paz dejará para siempre en el olvido el falaz argumento de que las balas valen más que los votos, y de que la violencia es arma poderosa de cambio social. Además, le arrebatará a los violentos la bandera de la lucha contra la desigualdad.

Porque si la desigualdad es la falla geológica de la política en realidades como la nuestra, los nuevos liderazgos estarán en manos de quienes tengan la visión de encontrar políticas eficaces contra ese mal. Allí, por ejemplo, todas las caracterizaciones de los millennials demuestran el valor extremo que le otorgan al trabajo por el interés público, con una sensibilidad social bien pronunciada hacia los menos favorecidos.

Ser joven es ser irreverente. Ser joven es defender con coraje principios y valores que le dan contenido ético a lo público y a lo privado. Ser joven es una oportunidad de dejar huella. Hoy más que nunca la historia exige ser irreverente frente a la guerra y ser contestatario frente a quienes ofrecen un pasado de dolor como esperanza.

Las manifestaciones contra la dictadura en los cincuenta y la Marcha del Silencio de los estudiantes después de los magnicidios en 1989, fueron protagonizadas por jóvenes que no aceptaron la imposición de la opresión y la fuerza cobarde de las armas. Muchas generaciones han buscado ese objetivo por la vía legítima de los votos y las reformas sociales. Hoy tres fechas, tres generaciones y tres decisiones históricas distintas confluyen en una sola búsqueda de la paz.

Fernando Carrillo

Ex Embajador de Colombia en España

y Ex Ministro de Justicia, y de Interior, Colombia

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