Los crecientes y nuevos retos de la sociedad global demandan la colaboración del sector público y privado si se quieren encontrar soluciones eficaces para un desarrollo sostenible. Esta fue la principal conclusión de la II Conferencia de Responsabilidad Social de las Empresas, organizada en Madrid, los pasados 20 y 21 de septiembre, por la Fundación Carolina y la Fundación Euroamérica que en esta edición centraron el debate en las Alianzas Público-Privadas para el Desarrollo.

Como ejemplo de esta colaboración, la conferencia fue inaugura por Pedro Solbes, Vicepresidente segundo del Gobierno y Ministro de Economía y Hacienda; Leire Pajín, Secretaria de Estado Cooperación Internacional y Emilio Botín, Presidente del Grupo Santander. Los tres coinciden en señalar que la responsabilidad social de las empresas o corporativa contribuye no sólo a mejorar el entorno social y las condiciones de vida de trabajadores y clientes, sino que crea valor para la propia corporación.

En definitiva, políticas voluntarias de los dirigentes empresariales para retornar a la sociedad parte de sus beneficios —además de los preceptivos impuestos – contribuyen a generar riqueza para la propia empresa.

Este círculo virtuoso debe ser aprovechado por gobierno y sociedad civil para evitar que la velocidad vertiginosa de la globalización deje excluidos de sus beneficios a numerosas poblaciones. José María Figueres, fundador de la Fundación Costa Rica para el Desarrollo Sostenible y ex Presidente de dicho país, advirtió que esta marginación no sólo genera más pobreza y desigualdad sino que implica un peligro para la estabilidad por el "desarraigo de millones de personas, en especial, jóvenes, de la democracia y sus instituciones".

Enrique V. Iglesias, Secretario General Iberoamericano, insistió en este punto al añadir que además de la confianza en las instituciones hay que lograr la adhesión a un proyecto cohesionado socialmente y para ello es necesaria la concurrencia de los agentes privados porque "es evidente que hay ámbitos en los que el Estado no puede actuar sólo". Del papel omnipresente del Estado en los años cincuenta y sesenta se pasó a la filosofía neoliberal de la década de los noventa que propugnaba un Estado minimalista, confiando todo a la regulación del mercado. Afortunadamente —añadió el ex Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo - el nuevo siglo ha demostrado la necesidad de un Estado más eficaz que se relacione con el sector privado para hacer frente a los nuevos desafíos como el cambio climático, la brecha digital o los movimientos migratorios.

Aurora Díaz Rato, Directora General para Iberoamérica de la Agencia Española de Cooperación Internacional manifestó que la AECI a través de la cooperación técnica, no financiera, que lleva a cabo considera a las empresas como actores de dicha cooperación. Otras actividades de la AECI en Latinoamérica se desarrollan, sin embargo, a través de la Fundación Carolina cuya directora, Rosa Conde, puso a dicha fundación como ejemplo de una alianza público-privada por tener financiación mixta, la mayor parte procedente de la propia AECI - que a su vez depende del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación - y de las empresas socialmente responsables que la patrocinan. La ex Ministra Portavoz del Gobierno defendió asimismo la conveniencia del modelo de colaboración público-privada para América Latina, el subcontinente la más desigual del planeta en el que la red de prestaciones sociales estatales es insuficiente. Rosa Conde, como anfitriona de la conferencia, defendió por ello la necesidad de trasladar este debate a la sociedad para crear una verdadera cultura de la colaboración entre administraciones y empresas.

Carlos Solchaga, ex Ministro de Economía y Hacienda y Presidente de la Fundación Euroamérica, co organizadora la II Conferencia sobre RSE, abundó en esta idea al manifestar que en la región donde la mayoría de los servicios —agua, electricidad, gas, telecomunicaciones, etc.– los suministran empresas españolas "la marca España debe estar allí asociada a la responsabilidad social corporativa". Por otro lado, Solchaga explicó que el Estado no podría recaudar infinitamente para hacer frente a las nuevas necesidades y demandas de la sociedad.

Para Ramón Jáuregui, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión Constitucional, el avance de la responsabilidad social corporativa de los últimos años demuestra que "no es una moda" y que responde a las aspiraciones de "una nueva ciudadanía". El director de la conferencia y del Centro de Alianzas para el Desarrollo, Fernando Casado Cañeque, manifestó incluso que se había creado "un nuevo lenguaje" gracias al consenso que existía en los organismos multilaterales acerca de estas políticas como paso para lograr el progreso. "La cuarta parte de la población mundial vive sin agua y sin electricidad", dijo. Y recordando al anterior Secretario General de Naciones Unidas Kofi Anan, añadió: "el sector público sólo no puede afrontar estos problemas".

De ahí que en la anterior etapa se impulsara el Global Compact o pacto global al que se han adherido numerosas empresas, conscientes de que el desarrollo es un elemento de paz y convivencia, como explicó Manuel Escudero, Director mundial de Redes de Pacto Global de las Naciones Unidas.

En los debates de la II Conferencia de RSE, algunos ponentes abordaron de forma transversal la necesidad de reforzar las instituciones nacionales e internacionales como vía para dotar a los sistemas democráticos de más estabilidad y como herramienta imprescindible para potenciar el multilateralismo. Aunque en algunas ocasiones los organismos multilaterales creados hace más de sesenta años - la ONU, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial-han mostrado su inoperatividad, el ex Presidente Figueres defendió la eficacia de dichos organismos, necesitados de reformas, pero claves para alcanzar acuerdos destinados a la reducción de las emisiones de CO2 o contra las minas antipersonales. La "confianza en las instituciones —añadió Enrique Iglesias— es fundamental para conseguir mecanismos de adhesión a un proyecto social y político". Pero si el entramado institucional es muy importante, las personas también. "Con corrupción y sin una buena distribución de la riqueza no se logrará liderazgo y credibilidad".

Mercado de casos prácticos

A lo largo de la conferencia, Antoni Ballabriga, Responsable de RSC del BBVA; José Gasset Loring, Director de Relaciones Internacionales de Iberdrola; Oscar A. Battistón Barrionuevo, Director del Programa Proniño de la Fundación Telefónica; Mª Eugenia de Barnola, Subdirectora de RSC de Repsol-YPF y Gabrielle Iwanow, Manager de Community Relations en Rio Tinto PLC explicaron su preocupación por mejorar el impacto de las inversiones empresariales en el mundo en desarrollo por medio de sus programas de responsabilidad social corporativa; programas que no tienen carácter asistencial -subrayaron- sino que están relacionados estratégica-mente con el núcleo de negocio de la empresa.

Actuaciones como la Fundación Pro Niño o Educa Red de la Fundación Telefónica contribuyen a luchar contra el trabajo infantil en América Latina o a reducir el abandono escolar -el 40% no termina el bachillerato-, y a colmar la brecha digital en zonas pobres y marginadas, mediante la introducción de nuevas tecnologías de la comunicación en sectores de la población tradicionalmente fuera del sistema de las actuaciones públicas. La colaboración de Educa Red con organismos multilaterales, otro ejemplo de alianzas público-privadas, está logrando la participación de 50.000 niños que a la vez que adquieren una formación, no trabajan fuera de casa, consiguen el compromiso de las familias en este programa educativo y van integrándose poco a poco en el futuro desarrollo de la región.

Para poder demostrar los resultados obtenidos a través de alianzas para el desarrollo, Isabel Roser, experta de la Fundación Carolina en RSE, anunció con motivo de la conferencia la creación de un "mercado de casos prácticos" en la red, estructurado por sectores. La coordinadora del encuentro internacional animó a las empresas a presentar sus "Fichas de caso" incluyendo sus objetivos, financiación, ejecución, resultados y lecciones aprendidas.